Blood: The Last Vampire

Era una de esas aburridas reuniones para el equipo de Production IG, donde se encontraba entre otros Mamoru Osihi (director de ambas películas animadas de Ghost in the Shell, Patlabor, etc), Kenyi Kamiyama (director, guionista -y mucho más- de Ghost in the Shell [SAC], entre otras), Hiroyuki Kitakubo (director de Roujin Z, Golden Boy y otras obras) y Junichi Fujisaku (que a trabajado como escritor en GS [SAC], Xxxholic, etc), intentaban tal selecto grupo denominado como Team Osihi crear una nueva obra desde cero.

Así, por romper el silencio o cambiar de tema, uno habló de hacer un anime de terror. Otro saltaría con un “¡De vampiros!”. No muy convencidos otro diría “¿Por qué no animales antropomorfos chupa sangres?”. Eso ilusionó un poco más al grupete de "amijos". Otro hablaría de un cazador con katana y que los matara a lo bestia, desangrándolos, nada tipo Blade pero sí recordando la idea... pero mejor una chica, y aún más: adolescente y con mala gaita. Por último, seguro que fue tito Osihi (si no a Kenyi) al que se le ocurrió meter la historia en un tiempo histórico real para que tuviera una conexión y nos diera "susto". Así se creó (de acuerdo, también a participado mi imaginación), Blood: El último filón de Production IG, que parece secarse con cada nueva obra sobre el tema y es una pena.

BLOOD: THE LAST VAMPIRE



Autor Original: Production IG (team Osihi)
Director: Hiroyuki Kitakubo
Compañía: Production IG

Género: Terror, Acción.
Categoría: Seinen

Año: 2000

Otras reviews:



Hay una organización secreta que se enfrenta a los Quirópteros, criaturas antropomórficas que para su supervivencia necesitan de la sangre de seres humanos. Entre sus filas se encuentra la joven Saya que blande una katana para enfrentarse a estas criaturas de su misma sangre. Que se sepa, es la última original que queda.

Tras extraños sucesos en una escuela de una base militar norteamericana, la misión de Saya será averiguar si hay Quirópteros y eliminarlos a todos antes de que escapen.



Blood significó una reinvención tanto por la animación digital usada, como en el género de los vampiros en un tiempo en el que parecían ya bastante disecados -y mucho antes de la aparición de esa cosa "eclipsada" de vampiros enarinados-, acercándose a otro tipo que aunque han existido en leyendas (sobre todo en Sur América) no han sido muy explotados. Aquí los vampiros no son galantes, no intentan seducir a sus víctimas, ni se juega con la vida eterna ni romanticismos, ni siquiera esa lujuria que transpiran. Los quirópteros de Blood son criaturas antropomorfas que se ocultan con imagen de humanos, cazando y alimentándose de estos de tal forma que nadie sospeche nada más allá de lo que la realidad nos permite ver, sin especular para nada sobre que los mordidos por ellos se conviertan en iguales criaturas. Son criaturas que deben ocultarse mostrando a unos vampiros temerosos y a su vez más tenebrosos y bestias que nunca.

Así que no es bueno pensar en tópicos ya existentes, pues marca la diferencia. La mejor de esas diferencias es que para acabar con un quiróptero debes desangrarlo a lo bestia y rápido. Eso apunta a que una katana sea la mejor arma para ello, aunque se supone que todo vale cumpliendo esa premisa, dejándose a un lado el rollo de los ajos y la plata -sin entrar en discusiones sobre esto- o las puñeteras estacas, ensuciando cada vez más ese románticismo vampírico. Los ritos religiosos también se quedan a un lado, afectando como un puto estigma del pasado en nuestra protagonista sin dejar nada en claro por desgracia.



Curioso es el punto histórico donde lo enmarcan: poco antes que de comienzo la guerra de Vietnam.

Blood no pretendía para nada ser una obra profunda, a pesar de que se encargara Kenyi Kamiyama de su guión. Más bien es un derroche de arte técnico en el mundo de la animación, con esa reinvención en el mundo vampírico, volviéndolo algo más sucio y cierto toque de realidad, con un gore suave (pues, como mucho, veremos sangre y en segundos alguna cosita grotesca) y cierto soplo de aire fresco que por desgracia sólo se ve en esta obra de la franquicia. Es ridículo, para el entenderla bien y para que quedara una obra coherente y sólida, los 40 minutos de duración.

Trailer con escenas eliminadas


El dibujo lo llevó a cavo un ilustrador bastante famoso en el mundo del videojuego, Katsuya Terada. Es un dibujo un poco fuera de lo habitual en el anime, muy expresivo, algo exagerado en algunos rasgos, quedando un dibujo “semirrealista” aún dentro del canon del manga, que podría recordar en algo al occidental. Destaco el diseño de Saya y el de los Quirópteros, así como el buen uso de colores pastel y oscuro que podremos ver durante todo el film.

La animación es de calidad muy alta, con movimientos muy conseguidos, sobre todo los más habituales en el día a día de cualquiera, con un contraste entre movimientos muy particulares; así como los movimientos de -supuesta- cámara que le meten. Siendo pues un trabajo de calidad más que demostrada y demostrable.

La banda sonora, a manos de Yoshihiro Ike, es una música puramente instrumental que encaja muy bien con cada momento, pero que no llega a ser de lo mejor. Según Ike, trató a la música como un personaje más de la obra. Según un servidor, ese personaje parecía no llegar a secundario. Pero que puñetas, consigue meterte en la obra que es lo que se quiere de la música, y es difícil que funcionara igual sin ella.

El doblaje japonés es muy bueno, con una Saya dura, sin ser aniñada. La encargada de ponerle voz fue Youki Kudou.El español, a cargo de Selecta visión, es también muy bueno en los principales; siendo Saya también una voz algo ruda por Ariadna Giménez que también ha trabajado en Paranoia Agent.



Podría pues decir que nos encontramos ante una obra bien ejecutada y perfectamente creada, que da cierto soplo de aire fresco a un manido género de una forma poco romántica aunque utilice ciertos clichés ya usadas en otras obras, y que queda floja por su corta duración y dejar interrogantes por doquier.

Lo mejor: la nueva visión del vampiro quiróptero y la mitología que parece existir tras él; un apartado técnico perfectamente ejecutado.

Lo peor: un guión que queda algo colgado, con muchas interrogantes y los míseros 40 minutos de duración que te deja la sensación de no haber podido explotar mejor la idea que resuma en el film.

Reviewer al que le gusta el anime, en especial el seinen, la ciencia ficción, las historias con trama enrevesada que hagan pensar y el mecha.

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