Blood: The Last Vampire (Life Action)

Cuando se supo que Blood iba a tener su versión en celuloide hubo lo de siempre: pocas expectativas y sólo el consuelo de que Holliwood no estaba de por medio. Aunque claro, no sé muy bien si eso a sido para mejor, peor o da lo mismo. La cuestión es que Blood parece desgastarse, que nadie es capaz de pillarle el punto pese a que algunos le veamos cierta cosilla en esencia y nos preocupa y decepciona que sea llevada así. Y que el director de El Beso del Dragón y el productor de Tigre y Dragón o Hero estuvieran tras el proyecto lo único que ha producido es que ahora mismo tengan una obra algo penosa a sus espaldas pese alardear de efectos de ordenador para fondos y fotografía. Blood, el filón de Production IG, empieza a agonizar sin remedio.


Autor Original: Production IG (team Osihi)
Director: Chris Nahon
Productora: Coproducción Hong Kong-Francia-China; East Wing Holdings; SAJ; Beijing Happy Pictures Cultural Communications Co.

Género: Aventura, Acción, Terror.

Año: 2009

Otras reviews:



Hay una organización secreta que se enfrenta a los Quirópteros, demonios siervos de Onigen que para su supervivencia necesitan de la sangre de seres humanos. Entre sus filas se encuentra la joven Saya que blande una katana para enfrentarse a estas criaturas.

Tras extraños sucesos en una escuela de una base militar norteamericana, la misión de Saya será averiguar si hay quirópteros y eliminarlos a todos y atraer la atención de Onigen para cumplir su venganza. Por desgracia, la organización tiene otros planes para ella.



Remake en celuloide del OVA animado que no pasará a la historia por nada y donde de nuevo afecta eso de "mundillo alternativo". El mundo de Blood se desmorona por completo dando una razón más que sustenta a aquellos que piensan que Blood no tiene nada de nuevo ni nada que contarnos que no sea: chica con espada mata vampiros más feos de lo normal. Y es así, es lo que se traspira en esta adaptación cinematográfica que es difícil de salvar, porque incluso para un servidor que cree que Blood tiene mucho que contar pero no saben como hacerlo, le ha parecido carente de sentido, lioso y que cuando por fin parecía tener un punto de brillantez queda en un mojón en la calle abandonado por su dueño en un invierno frío.



Con la intención de colar escenas de la película original de 40 minutos, que desde un principio es un error enorme y a su vez es lo mejor que nos muestra, nos topamos con una mezcolanza que no sabe bien y no tiene sentido alguno. Saya parece ser de nuevo la tía dura que tanto me atrae, esa que no dice nada excepto cagarse en los muertos del quiróptero que le cuesta cargarse. Pero no es así, aunque en un principio lo parezca, pronto su máscara de tía dura se derrumba sin más dejándonos en vista de una Saya vengadora y profunda. Y claro, ahora deben meter a una compañera adolescente con calzador, que aunque al principio no queda mal, al final es un grano en el culo para el espectador.

Lo que parece mejorar es la idea de la Organización. Parece algo más profunda y usar a Saya realmente, tener vínculos con altos cargos pese a no ser una organización realmente existente ni apoyada por ningún estado, no teniendo alojamiento fijo, reuniéndose en cualquier rincón como gansters. Auténticos hombres de negro que deben ocultar la existencia de los quiropteros para un fin oculto. Pero todo se queda en buenas intenciones, porque sin más el protagonismo de la organización queda en cero, en nada, por razones no muy claras y que lían más el argumento. Vamos, para no decir nada de unos personajes ¿para que introducirlos? ¿porque la película los metía?

Los quirópteros son ahora demonios míticos, siervos de un/una tal Onigen, donde su diseño es espantoso y recuerda a los vampiros de películas de series B pero muy mal creados por ordenador. Incluso los vampiros de Abierto Hasta el Amanecer tienen mejores pintas que estos. Y claro, aunque no destila romanticismo, tampoco terror alguno, ni misterio, ni nada. Son vampiros que se lo montan muy bien pareciendo humanos que se meten con humanos de verdad -en el OVA original siempre trataban pasar inadvertidos, gentes solitarias con problemas de sociavilización-. Y claro, tienen su mitología asiática -inventada-, no sé si china o nipona pues no lo dejan en claro. Igual de asco da pues el pasado de Saya unido a esa mitología sacada de la manga.



Otro fiasco son los fondos. Con eso de seguir el OVA se recrea en los 70 u 80, y al no tener presupuesto para unos fondos decentes se decide por tres o cuatro fondos por ordenador que cantan un huevo y que no dan la sensación de amplitud, y parecen reducidos escenarios. Por mucha luz que se vea o use da la sensación de haber sido rodada toda la película en una cuarto de veinte metros cuadrados, como esos de protección oficial, donde se dio cortes a diestro y siniestro.

Cris Nahon debe de sonaros por ser director de El Beso del Dragón -con Jet Li- y El Imperio de los Lobos -gran Jean Renó-. Dos buenas películas, o al menos correctas, que hacían que la carrera de Nahon fuera prometedora o al menos que haría trabajos, si no destacables, decentes. Pues eso sería hasta que se ha ocupado de Blood, donde la verdad no se le ve esmero ni en las secuencias de acción -llenas de cables y ordenador que atufa un poco-, éstas múltiples para rellenar minutos. Es como si se le fuera el entusiasmo y sólo rodara la película para acabar de una vez y que tras ello, con lo hecho, decidiera arreglar un poco tarde ese estropicio que ya lo es desde que aceptó un guión tan ingrato.

Gianna Jun es una atractiva actriz coreana que al parecer no lo hace tan mal en el mundo de la interpretación según leo en otros lares "rediles". Por desgracia éste trabajo le puede costar caro ya que la interpretación aquí de Saya es nula y debido a su aspecto, por mucho que quiera parecer dura no es capaz de transmitirlo pese a su parecido con Saya. Aunque sinceramente Saya es una chica asiática tipo, con lo que cualquiera podría haber encajado bien para hacer su papel. Así que ya pudieron haber apostada por una actriz con pinta de "hijaputoide si me tocas las narices te rebano".

Mención a parte se merecen JJ Feild y Liam Cunningham, este último como David -y me encanta, aunque nada se parezca al de la película animada, por su semblante-, ambos miembros de la organización y demostrando su talento ante las cámaras pero que son incapaces de hacer nada con unos guiones dignos de usar en un baño. Gran Michael Byrne pese a sus pocos minutos en pantalla que queda genial como jefe de la Organización.








En definitiva, una película que huele a "B" con efectos digitales que dan algo de pena -los de los vampiros dan mucha pena... el resto son pasables- y un guión enrevesado que no dice absolutamente nada pese a querer profundizar en Saya. Lo peor que se ha podido engendrar en la saga de Blood.

Lo mejor: una Saya guapeta y la aparición de Liam Cunnigham y Michael Byrne.

Lo peor: el resto, no merece la pena reteneros más.

Reviewer al que le gusta el anime, en especial el seinen, la ciencia ficción, las historias con trama enrevesada que hagan pensar y el mecha.

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